A ti y a mí, ni la muerte... (Los Esqueletos de Mantua).

Igual usted recuerda que el año pasado aparecieron en la ciudad italiana de Mantua un par de esqueletos (aparentemente) abrazados. Los encontraron como se encuentran este tipo de cosas: durante las obras de construcción de una fábrica, y cuentan las crónicas expertas que tienen entre 5000 y 6000 años y, dado que que no les falta ni una pieza del juego dental, se supone que se trata de dos personas jóvenes.

Los y las más románticos seguro que darán por hecho que se trata de una pareja empujada a un pacto de suicidio por un amor imposible o condenada a una muerte cruel por un juez todavía más por tres cuartos de lo mismo. Los más escépticos supondrán que es una casualidad o, aún mejor, una bromita de los "currantini" de la obra, e incluso un truco publicitario.

Permítame que yo me apunte al primer grupo. Bastante canutas las está pasando el amor en estos tiempos del divorcio expreso y la separación Talgo como para que, encima, no le apoyemos.

Los huesos de marras. Los están analizando, así permanezcan a la espera.