Es un mes que no se escucha otra cosa: en la televisión, en el móvil de Rizpieta (el de la oficina), en el superficial hilo musical de la gran superficie...Luego, un segundo single de similar factura al anterior que tiene un éxito bastante más moderado, y, por último, el olvido y las fiestas patronales de la España profunda (con suerte).
La lista mundial de cantantes que tuvieron un tema de éxito -y ya- es larga larguísima. Por respeto, prefiero no dar nombres. Simplemente, me solidarizo con su perpleja frustración cuando se preguntan por qué una canción arrasa y otra pasa más desapercibida que una mosca en un vertedero. ¿De qué tanta diferencia, si las dos las ha escrito el mismo tipo con la misma guitarra?
Quizás sea porque el éxito (entendido como conseguir que algo le guste a mucha gente) es con demasiada frecuencia tristemente aleatorio y circunstancial. Lea la biografía de cualquier artista célebre y comprobará cómo muchos consideran que tienen obras bastante mejores que aquellas que les dieron inmortalidad y les pagaron la hipoteca.
Pero bueno, siempre les quedarán los momentos "revival", cuando, por igualmente ignotas razones, "su canción" se vuelve a poner de moda, con la consiguiente inyección de moral y de euros en la cartillita de ahorros.
Era "The One and Only", ¿se acuerdan de él?
No hay comentarios:
Publicar un comentario