"Mejor morir que vivir una vida mecánica que sea una repetición de repeticiones", "Quiero vivir mi vida de manera que mis noches no estén llenas de arrepentimientos", "Nos dan una vida para gastárnosla, no para ahorrarla", por citar algunas.
¿Es, entonces, este el camino? ¿Desfasar, como se dice ahora, vivir los 20 no sea que los 30 no lleguen? ¡Yo qué sé!
Sólo estoy seguro de un par de cosillas:
1-los 30, por lo general, acaban llegando, a menudo con una factura que pagar en la mano. Para algunos, será demasiado alta.
2-La mayor pérdida de tiempo que existe cuando hablas con un adolescente es pronunciar la frase: "El día de mañana...". Hasta que llega, "el día de mañana" es igual de real que Batman, el Ratoncito Pérez o la política de Derechos Humanos de una dictadura.
Así que sólo queda verlos marchar, camino del descampado con escala técnica en el supermercado o el chino, y cruzar los dedos para que cuando llegue la hora de pagar, les quede suficiente pasta en el cuerpo y en el alma.
(Ramalazo de profesor en estado puro esto de hoy).

D.H. Lawrence, todo un crack, pese a su pinta de profesor aburrido y de latín.
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