La primera norma del boxeo es que una da y recibe (en mayor o menor medida). Si no estás dispuesto a aceptarlo, es mejor que ni pases por el gimnasio.
La segunda es no medirse a un tío que se hace llamar "El Carnicero", especialmente si tiene pinta de serlo.
La tercera, si ves que te está poniendo tibio, le dices: "Macho, no me pegues más", tiras la toalla y te vas a tu casa.
La cuarta es no salir corriendo.
Y la quinta, y más importante, no quedarte enredado en la huida, de tal manera que "El Carnicero" te encaja el sopapo a placer.
(La sexta es no negar la huida por la tele. "No corría, trotaba a través del ring", tiene el descaro de decir el nota).
No hay comentarios:
Publicar un comentario