-Bueno, Brady, se acabó lo que se daba.
-¡Por fin la jubilación, Jimmy!
-Sí, ¡ya va siendo hora!
-No aparentas los 65, tío.
-¿Intentas ligar conmigo? ¡No me digas que la cárcel te ha terminado volviendo marica!
-¡Ja, ja, creo que debería de planteármelo!
-¿Cuántos años tienes tú ya?
-Soy del 23, haz la cuenta.
-¡Joder, a ti ya te caen pronto los 60!
-Sí, pero yo llevo jubilado desde el 44...
-¡No digas eso, anda que no has pasado horas con tus cacharros y tus transistores!
-Sabes que eso nunca habría sido posible si tú no hubieras apostado por mí.
-Bah, me devolviste el dinero. Fue una inversión.
-Ya...Bueno, quiero que te lleves esto, para que tengas un recuerdo de mí.
-¡Hombre, no tenías que haberte molestado! ¿Joder, qué coño es esto?
-Es un reproductor-grabador de cintas de vídeo.
-¿Uno de esos cacharros que permiten grabar de la tele?
-Exacto.
-¡Joder, con un reloj habría bastado, estos bichos valen una pasta!
-No tanto si uno sabe cómo montarlos.
-¡Eres un fiera de la electrónica!
-Espero que lo disfrutes, Jimmy. Si tienes cualquier problema, me lo traes.
-¡Claro!...Bueno, un abrazo, Tadeus.
-Un abrazo, Jimmy. Y mucha Suerte.
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