No podia esperar mas, me encerre en el primer lavabo que pude con el firme proposito de no parar de leer hasta el final.
"Bernie Peabody nunca hacia preguntas pero daba un monton de respuestas. Supongo que eso era lo que me gustaba de el.
Ignoro si tenia que ver con su negocio: enesima generacion de pompas funebres al servicio, entre otros, de la carcel de Pentonville. Unos clientes se van de la prision, otros se quedan porque no le importan a nadie, pero siempre hay que llevar ataud y hacerse cargo del cuerpo. Mike O'Regan, obviamente, se quedaba.
En esto ayudaba yo, no porque me gustara, sino porque era parte del trabajo. La mas desagradable, mas inquietante...Lo crea o no, casi lo peor. Casi.
De ahi venia mi buena relacion con Bernie, que eso tipo de cosas une mucho.
En resumen, que en la furgoneta de Peabody -escondido en el pauperrimo ataud destinado a Mike O'Regan- entre en la carcel de Pentonville, justo con el ultimo rayo de sol.
'Yo te meto, pero a ver como sales. Eso ya es cosa tuya', me dijo Peabody'
Si, aquello ya era cosa mia".
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