Buscar en Mundo Jackson

lunes, 30 de noviembre de 2009

¡Boicot a los Boicots!

Boicotear es escribir la lista de la compra en el reverso del voto.

Dicho lo cual, le comento que no vale para nada.

Ante todo, porque en esto del "boicoteaje" -como en tantas otras cosas- uno empieza muy fuerte, pero se va desinflando como un colchón de playa, hasta que llega el momento fatídico en que dices algo de este estilo: "¿No tenéis cava extremeño? Es que el otro lo tengo boicoteado...Bueno, anda pónmela. Total, una botella más o una menos les da igual". O, en otros casos, simplemente no hay alternativa (intente explicarle usted a su niño de ocho años que no hay hamburguesería porque las multinacionales que están detrás del "Mac Whopper" oprimen al pobre trabajador).

Segundo, porque, dado que uno boicotea por motivos ideológicos, no faltará la reacción automática de los del polo opuesto, que se lanzarán como lobos con la Visa entre los dientes a consumir compulsivamente el producto en cuestión, también como una manera de significarse.

Conclusión, que lo de boicotear sobre el papel es un arma cargada de futuro, pero luego, en la práctica, "na de na" (como le suele pasar a ese tipo de armamento).

Dicen que estas marcas apoyan al Estado de Israel (dicen), así que, ya sabe, a dejar de comprarlas o a llenar la nevera con ellas, según vea usted el tema.

No hay comentarios: