Hay películas geniales, y paseos maravillosos y hasta partidos de fútbol que son un canto a la belleza y a la inteligencia.
Si no le apetece, no lea. Y deje de comprar libros para pasearlos y que se los vean en el vagón del metro y los compañeros de oficina.
No se avergüence de que no le gusta leer. No es usted más o menos que nadie por eso, aunque sí es cierto que, y es algo que le honra, será más sincero que aquellos que sufren en silencio a los plastas consagrados. "Está muy bien escrito". Sí, para quedarse dormido.
Y esto es lo que hay. Y no le de más vueltas. Que la lectura es simple pasatiempo que, de cuando en cuando, te hace más sabio o te mantiene la sensibilidad engrasada.
Y nada más (y nada menos).

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