Por eso me hizo ilusión ver por la tele el otro día "Krótki film o zabijaniu" (En cristiano, "No Matarás"). Una de esas películas que tenía en mi cajón mental de "cosas pendientes". Reconozco que es de digestión pesada, muy pesada; pero deja un sabor de boca increíble, por lo menos a mí.
No entiendo nada de cine. No sé una palabra de encuadres, ángulos de cámara, pausas dramáticas o el consabido "travelling". Lo que sí sé es que la pelí en cuestión fue capaz de darle tal bofetón a la conciencia colectiva de Polonia, que provocó una moratoria de la ejecuciones, la cual derivó en la abolición total en ese país.
En otras palabras, salvó vidas. Eso es arte y, lo demás, dar voces, pintarrajear papel o malgastar cinta.
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