Esa es la frase que todo el mundo ha pronunciado o acabará pronunciando. Yo afortunadamente, bien pocas veces.
No como el pobre Conan. No es que le faltaran capacidades, sino que a él no le gustaba estudiar. Así que terminó la ESO como pudo y se metió a un módulo de grado medio de combate a espada (rama supercachas). Le gustaba más lo de poderoso hechicero, pero en eso le dijeron que había mucho paro y que acabaría de telefonista en la línea de Rappel. "Tal y como somos las personas, rudos y despiadados guerreros bárbaros siempre harán falta", le dijo su tutor.
Lamentablemente, con todas esas pamplinas de la paz y la estabilidad bajo un poderoso monarca, al pobre Conan no le sale nada de lo suyo. La solución es meterse a mercenario y marchar a lejanas tierras en busca de fortuna, pero la verdad es que le da bastante pereza. Así que aquí le tenemos, sacándose unas piececillas de cobre "pa' sus gastos" encaramado a una roca de una discoteca al aire libre. Aunque, claro está, es temporal. Hasta que algún iluminado le corte el pescuezo al rey y vuelvan los tiempos sangrientos y oscuros...
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