Decálogo elemental del gran comunicador.

1-La comunicación es como jugar parchís: elija un color, mueva sus fichas e intente comerse a los demás para ganar la partida. Si es preciso (que lo será), haga trampas.
2-Nunca reconozca el punto número 1. Recuerde que usted es imparcial, y su único afán es el bien de toda la humanidad.
3-Busque en todos los campos aliados de su mismo color.
4-Mezcle con medida habilidad extremismo y populismo. Los tibios no gustan.
5-El contacto con el pueblo llano vende mucho. Atienda llamadas telefónicas en directo y simule que le interesa lo que le están contando.
6-Tenga un ramillete de colaboradores afines. Trátense de usted los unos a los otros.
7-Juegue astutamente con su nombre y su apellido. Ordene que se use el primero para temas sentimentales ("Fulanito, con los damnificados") y el segundo para transmitir aplomo y prestigio ("Lo ha dicho Fulanítez").
8-Jamás dé la sensación de que sus adversarios están a su altura. Sea muy, muy paternalista al referirse a ellos. ("Mira, Zutanito, mejor que no hables de esas cosas, que tú no entiendes. Eso déjaselo a los mayores").
9-Sea multimedia: escriba en un periódico, haga radio y tenga su espacio televisivo.
10-Recuerde y demuestre quién manda. Al gallo de la gallina de los huevos de oro no le puede temblar el espolón. A la mínima, propio o de fuera, destruya sin piedad. La compasión, para las monjitas.

"Él es la voz de lo que tantos y tantos pensamos".

"Música a cuento de..." grandes y endiosados líderes de opinión. "Duel of fates", compuesta por John Williams para la banda sonora de "La Amenaza Fantasma".