-El otro está aquí también, ¿no?
-Lo de sabes de sobra, en un palco en la otra punta de la zona de propietarios.
-Genial, hoy le a tocar morder el polvo.
-Lo mismo decías en Kentucky.
-¡Joao, no me toques las pelotas, que te vas al paro!
La cosa se les estaba yendo de las manos. A los dos. Al principio, la rivalidad entre sus caballos había sido una suerte de apéndice de su rivalidad en el campo, pero ahora parecía que les preocupaban más las carreras que el fútbol.
-¿Vas a correr a "Peabody" en las Guineas?
-No sé, ya veremos.
-"Pretty Witty" allí le espera.
Ese había sido el diálogo que habían mantenido los dos astros en túnel de vestuarios poco antes de saltar al campo para el partido de la máxima rivalidad, como oportunamente habían registrado las cámaras televisivas.
Juergas, deportivos, yates, vacaciones en Las Maldivas...Todo eso había pasado a un segundo plano. Ahora aquellos dos ases del balón se dejaban la pasta en sus equinos.
-¿Cómo va lo del potrillo de "Doble K"?
-Viento en popa, la yegua lo va a parir un día de estos.
-Genial.
"Doble K" -su amado caballo inicial- estaba ya retirado de las pistas y se preparaba para iniciar su carrera como semental. "La Pinturita" también se había retirado para dedicarse a la cría.
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