-Oye, ¿quién es ese?
La pregunta no resultaba llamativa, el personaje en cuestión se movía ágilmente de corrillo en corrillo, y a todos los dejaba con la sonrisa en los labios (con la ocasional carcajada).
-¿Ese?, pues un "gozoso".
-¿Perdón?
-Sí, hombre, ya sabes. esos tíos que vienen a un velatorio y cuentan chistes.
-¿Cuentan chistes?
-Exacto. Es la última moda, no hay velatorio de postín que se precie que no tenga un buen "gozoso", puede que incluso dos.
-¡Ya no saben qué inventar!
-Hombre, tiene su lógica, ya sabes que dicen que los mejores chistes se cuentan en los vclatorios, pero no todo el mundo tiene a un gracioso en condiciones entre la familia y amigos, así que se hace necesario recurrir a un profesional para reforzarles, o incluso suplirles totalmente.
-Vamos, como las antiguas plañideras, pero al revés.
-Precisamente, veo que captas el concepto.
-¿Y cuánto cobra un tío de estos?
-Depende de la categoría, pero creo que está bastante bien pagado. Ten en cuenta que recaban información sobre el finado para adaptar sus chistes.
-Ya, todo un profesional.
-¡Calla, calla, que viene!
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