Buscar en Mundo Jackson

domingo, 5 de abril de 2015

Taxi Murderers

-No te echarás atrás en el último momento, ¿verdad?

-¿Tengo yo cara de irme a rajar?

-¡Tú lo que tienes es cara de “cagao”!

-Oye, si empezamos a faltar, ya te puedes ir buscando otro cómplice.

-Perdona, chico, deben de ser los nervios.

-¡Número Uno, te he dicho que me llames Número Uno! Tranquilo, que es plan es perfecto, medido a al milímetro, cronometrado a la décima de segundo. Si lo seguimos a rajatabla, no habrá ningún problema.

-¿Y tu cuñado?

-¡Número Tres, caramba! Totalmente de fiar, y se conoce el plan de memoria. A las 9:27, llegada del vehículo de transporte, y por ahí llega un coche. Sin duda, es él.

-No sabía que tu cuñado...o sea, “Número Tres”, fuera taxista.

-¡Vamos, no me jodas!

-Deduzco que no.

-Disculpa un momento.

Número Uno se acercó con paso firme, acelerado y bastante nervioso al taxi, que se acercaba aminorando su velocidad.

-Buenas noches -dijo el cerebro asomando la cabeza por la ventana del copiloto.

-Buenas noches, mire, jefe, estos son los señores que tenemos que recoger -replicó Número Tres, dirigiéndose al taxista.

-¿Puedes bajar un momento? -ordenó el Cerebro a Número Tres-. Es que te quiero comentar un detalle.

-Bueno, pero date prisa, que el taxímetro corre que se las pela.

La pareja se alejó una distancia prudencial del vehículo. Entonces Númeo Uno empezó a gritar susurrando.

-¿Pero tú eres imbécil o qué? ¿Cómo pretendes que vayamos a cargarnos a un fulano en taxi?

-¿No será mejor esto que en mi coche? ¡Hay miles de taxis en la ciudad, así es más fácil pasar desapercibido!

-¿Y no crees que el taxista se olerá algo cuando oiga la noticia del crimen?

-Eso ya está previsto. Le vamos a decir que nos deje a un kilómetro de la casa del fulano, en la zona de los cines. Así seguro que no sospecha.

-Ya, ¿y la vuelta?

-Pues lo mismo, caminamos una distancia prudencial, y cogemos otro taxi.

-¡Joder, macho...Número Tres, para eso podíamos haber ido en autobús! Además, que ya me has descolocado toda la planificación. ¡Y es fundamental! ¡Que sea la última vez que tomas decisiones por tu cuenta, que el cerebro del crimen soy yo!

-¡No seas quejica! ¿Dónde se ha visto tú que se vaya a matar a un tío en transporte público?

-En fin, vamos a buscar a Número Dos.

Número Uno, un tanto abatido por la vergüenza, puso rumbo hacia su cómplice.

-Oye, mira, que he decidido que vamos en taxi.

-¿Me tomas el pelo?

-En absoluto. Así será todo mucho más discreto.

-¡Para eso nos podíamos haber ido en autobús!

-¡A ver, ¿quién es el cerebro de la operación?!

-Un descerebrado...

-¡Número Dos, no me toques las pelotas!

-Bueno, bueno, tú sabrás. Pero yo no pienso pagar el taxi. Que lo haga tú cuñado, que para eso es el responsable de transporte.

-¡Que le llames “Numero Tres”, leñe!

-¡Yo le llamaré como se salga del culo!

El claxón del taxi marcó el final del asalto de boxeo verbal.

-¡Señores, a mí me da igual, pero que esto corre! -sentenció el chófer del vehículo.

-¡Ahora mismo vamos!

No hay comentarios: